Reinaldo
Bragado Bretaña: literatura y perseverancia
Maria
Rivera. Semanario Libre de Miami. Agosto 25, 2004.
El escritor cubano Reinaldo Bragado Bretaña
tiene en su haber una variada producción
literaria que incluye novela, cuento, poesía
y periodismo. Sus colecciones de cuentos -Bajo
el sombrero y En torno al cero- nos muestran un
Bragado inmerso en la literatura fantástica
y la ciencia ficción. Sus novelas -y ya
suman cuatro publicadas, la última en ver
la luz fue La
muerte sin remitente- también manejan
temas muy diversos y visten estilos dispares,
aunque lo fantástico está siempre
presente como prueba de la desbocada imaginación
del autor que llena miles de páginas que
van a imprenta poco a poco. En cuanto al periodismo,
conocido columnista desde hace unos quince años,
Bragado ha publicado una cifra cercana al millar
de artículos, impresionante teniendo en
cuenta que anualmente termina, como mínimo,
un nuevo libro de ficción y que publica
sólo desde que es libre, es decir, desde
que salió de Cuba en 1988. Sobre el tema
de los Derechos Humanos en Cuba ha publicado dos
volúmenes, La Fisura tomos I y II, y el
libro de testimonios Castro frente a Castro.
Pero hoy estamos frente a su última publicación,
un poemario, Curazao 24: cuidado con el perro.
Y no es el primero porque ya en 1995 había
entregado El álbum de las sombrillas, del
cual el crítico Carlos Espinosa, en su
libro El peregrino en comarca ajena, dice lo siguiente:
"El Album de las sombrillas, en donde (Bragado)
recrea temáticas y escenarios propios de
la literatura de ciencia-ficción y que
no desmerece de los mejores logros de su quehacer
en la prosa imaginativa".
Pregunta: ¿Por qué un libro de
poesías a estas alturas? ¿Por qué
Curazao 24?
RBB: Escribí un total de cinco poemarios
en Cuba, y todos están aquí conmigo,
en el exilio. Este es el segundo y espero publicar
los tres restantes en su momento. Pero lo hago
ahora porque ahora se presentó la oportunidad.
Un grupo de amigos me lo propuso y, por supuesto,
acepté. Alfonso Afonso se encargó
del diseño y el pintor ecuatoriano Carlos
Franco del excelente dibujo de la portada. Creo
que quedó muy bien, y así me lo
han dicho. Estoy contento. En cuanto a Curazao,
fue mi última dirección en Cuba.
P: El libro es intimista, cada poesía
refleja un momento preciso en tu ciudad, La Habana
RBB: La Habana Vieja.
P: Correcto, La Habana Vieja. Se nota la asfixia
que sentías cuando escribiste los poemas
que, de acuerdo a tu nota introductoria, datan
del período que va de 1981 a 1988.
RBB: Sí, es intimista y no podía
ser de otra manera. Yo era un exiliado interno,
ex preso político y un activo miembro del
primer grupo de derechos civiles de Cuba, el Comité
Cubano Pro Derechos Humanos. Estaba, literalmente,
sitiado en mi casa de Curazao 24 entre Luz y Acosta,
en La Habana intramuros. Hay asfixia y hay terror
en esos poemas, pánico, pero al mismo tiempo
-si esto es posible- hay valor y un tremendo desafío.
Recuerda que ese poemario, o cualquier libro mío,
me podían costar años de prisión
en Cuba. Me salvé de milagro
P: Gracias "a ciertos fantasmas que te escoltan
desde hace décadas", según
tu prólogo, y entre ellos el de Thomas
Joyce.
RBB: Cierto. Thomas Joyce es el pirata imaginario
de mi novela La ciudad hechizada. Ese librito,
escrito en 1982, quedó finalista en el
concurso Letras de Oro de la Universidad de Miami
de 1989 junto a la novela Como agua para chocolate.
Ni Laura Esquivel ni yo ganamos, pero así
son las cosas.
P: Volvamos al poemario. ¿Por qué
la división en tres partes?
RBB: Son tres círculos diferentes del
estado de sitio que la sociedad totalitaria había
impuesto contra mi persona. La ciudad es la primera
parte. Ahí describo y rindo homenaje a
la ciudad del mundo que más amo. Mi casa
es lo más importante porque es mi castle,
como decían los ingleses, o mi buque, como
diría Hemingway de Finca Vigía.
Afuera, la tercera parte, es la arriesgada expedición
por el terreno de los otros. Creo que está
bien organizado el poemario.
P: Revisé los trabajos que se han publicado
sobre ti o tus libros, y hay mucho material desde
aquel artículo de 1989 firmado por Heberto
Padilla sobre tu novela La estación equivocada,
que realmente era el prólogo. Creo que
te ha ido bien con la crítica. ¿Cómo
te sientes en ese sentido?
RBB: Es cierto que no me puedo quejar, muchos
han escrito sobre mis cosas y lo han hecho favorablemente.
También me alegra que mis títulos,
aunque en cantidades ínfimas, hayan entrado
en Cuba. Cuando las autoridades de la dictadura
los detectan, los confiscan, y hasta aquí
llegan las denuncias y las actas de confiscación
enviadas desde la isla por los periodistas independientes.
Pero tienes razón, me ha ido bien con los
críticos.
P: Espinosa, en su libro citado, dice lo siguiente:
"Si La Estación equivocada descubrió
a un narrador de talento, Bajo el sombrero y En
torno al cero vienen a confirmarle, entre los
nuevos valores, como un nombre de referencia obligada".
¿Tú crees que es así?
RBB: Le agradezco a Espinosa esa opinión.
P: Tienes once libros publicados en total. ¿Muchos
inéditos?
RBB: Sí, muchos. Sólo en novela
tengo unas diez que constantemente están
en busca de editor. Algunas saldrán muy
pronto, antes de lo que yo pensaba. También
los tres poemarios restantes escritos en Cuba
y un libro de cuentos, también escrito
allá. Pero tengo mucho, tanto en cuento
como en ensayos, y muchos proyectos muy detallados
en el papel, algunos muy avanzados. Recuerda que
fueron demasiados años sin poder publicar
en mi país, pero sin dejar de escribir.
P: ¿Cuál sería el próximo
en salir?
RBB: Quisiera publicar La alcantarilla mágica,
que es un libro de textos experimentales que me
gusta mucho. Voy a invitar a mis amigos pintores
a que ilustren los trabajos para hacer una especie
de cuaderno. Es posible que incluya algún
dibujo mío. Después otro poemario,
no sé muy bien.
P: Sé que dibujas, que te gusta la plástica.
¿Qué me dices de eso?
RBB: Un trabajo mío perteneciente a una
serie de 25, todos en tinta y pastel sobre papel,
fue incluido en una exposición colectiva
en la galería O & Y, de Coral Gables,
en 2002. Lo hago porque me gusta, no creo que
sea un profesional en ese sentido, pero lo disfruto
mucho y lo hago desde hace años, desde
que estaba en Cuba. He vendido unos pocos trabajos
-aunque no me dedico a promoverlos- y algunos
amigos tienen cosas mías colgadas en sus
casas. También he publicado caricaturas.
De hecho, preparo un libro con caricaturas atemporales
desde hace tiempo. Es una materia que me debo.
P: ¿Atemporales?
RBB: Sí, muy humanas, filosóficas,
nada inmediato. Me recuerdan a The Far Side, de
Gary Larson. Tienen un poco ese espíritu,
aunque de muchos otros también, sobre todo
de norteamericanos, o más bien exclusivamente
de norteamericanos.
P: ¿Cuál crees que sería
el estado ideal para escritor?
RBB: Tener su propio país.
P: ¿Tienes alguna queja?
RBB: No tener país, aunque agradezco infinitamente
a Estados Unidos que me haya otorgado su ciudadanía.
P: ¿Planes futuros?
RBB: Regresar al país que nos quitaron
con todos mis colegas escritores exiliados. Creo
que nos merecemos una buena fiesta.
|